Hace cuatro décadas un informe de los CDC en EE.UU. fue el primero en describir casos de sida. Luego se identificaría al VIH como el virus causante de la enfermedad que cuenta con 34,7 millones de personas fallecidas desde el comienzo de la epidemia.
Hace cuatro décadas el Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC) publicó un reporte sobre cinco casos de una infección pulmonar poco común, neumonía por Pneumocystis carinii, detectados entre octubre de 1980 a mayo de 1981 en Los Ángeles, California. Todos los pacientes eran hombres jóvenes y homosexuales.
El trabajo, del 5 de junio de 1981 del Weekly Morbidity and Mortality Report (MMWR) de la CDC, decía que dos pacientes fallecieron y que todos tenían sarcoma de Kaposi (enfermedad sistémica) en ganglios linfáticos, vísceras, piel y mucosas. Compartían además, un deterioro severo de inmunidad.
Rápidamente se conocieron otros casos. Como respuesta los CDC creó el Grupo de trabajo sobre el sarcoma de Kaposi y las infecciones oportunistas para identificar factores de riesgo y desarrollar una definición para el síndrome aún sin nombre.
The Bay Area Reporter, periódico de la comunidad gay y lesbiana en San Francisco, publicó en julio de ese año la primera mención de “La neumonía de hombres gay”, un artículo que advertía a hombres homosexuales que frente a cualquier dificultad respiratoria consultaran a un médico.
Para agosto de 1981 otro reporte de MMWR informó que los CDC había recibido 108 casos, 107 hombres, el 94% homosexuales o bisexuales y el 40% había fallecido.
Tres años más tarde se descubrió que lo que devastó el sistema inmunológico de esos cinco hombres era una enfermedad llamada sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que producía un nuevo virus que posteriormente se conocería como VIH. El informe de CDC de 1981 fue el primero en describir casos de sida.
El inmunólogo y director del Centro de VIH del hospital Clínico Universidad de Chile, Alejandro Afani, señala que, “ese descubrimiento no estuvo exento de polémica”.
En 1983, un equipo en Francia liderado por Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi del Instituto Pasteur de París, anunció en Science el descubrimiento del VIH-1 tras analizar cultivos de células T de una biopsia de ganglio linfático de un paciente francés homosexual de 33 años. Fue el primer descubrimiento que un retrovirus podría causar sida. Lo llamaron LAV, por el virus asociado a la linfadenopatía.
Posteriormente en 1984, dice Afani, especialistas en EE.UU. del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Maryland, aisló el VIH-1 de un grupo más grande de pacientes y sugirió el rol del virus en el sida. Lo llamaron HTLV-III, por el tercer miembro de la familia de virus linfotróficos de células T humanas.
Cada grupo le dio al virus un nombre diferente. Hasta entonces VIH-1 se llamaba al virus asociado a linfadenopatía, virus de leucemia de células T humanas tipo III y retrovirus asociado al sida, además de otros nombres. No fue hasta 1986 que se sugirió el nombre VIH-1, como se conoce hoy.
Había un nombre para el virus. Pero aún no se establecía, comenta Afani la autoría. EE.UU decía les correspondía a ellos. En 1985, en diciembre, el Instituto Pasteur demandó al Gobierno de EE.UU. Solicitaban el reconocimiento de que ellos fueron los primeros en descubrir el virus y en desarrollar la primera prueba para detectar anticuerpos, un año antes que el equipo estadounidense.
En la demanda, el Instituto Pasteur los acusaba de usar muestras de virus y datos proporcionados por ellos al aislar el virus y desarrollar una prueba de anticuerpos virales. Robert Gallo, científico estadounidense involucrado, comentó en ese momento al periódico The New York Times que los franceses exageraban sus contribuciones, “los ayudamos mucho más de lo que ellos nos ayudaron”.
La polémica se resolvió, dice Afani, definitivamente en 2008 cuando Montagnier obtuvo el Premio Nobel de Medicina, junto a Barré-Sinoussi, por el descubrimiento del virus que causa el sida.
La enfermedad remeció al mundo de los ochenta. En noviembre de 1984, la Organización Mundial de la Salud celebró su primera reunión para evaluar la situación mundial y comienza la vigilancia internacional.
A la fecha es uno de los mayores problemas para la salud pública mundial. Ha cobrado 34,7 millones de vidas y para 2020 contaba con 37,6 millones de personas con el VIH en todo el mundo, indica Onusida.
El VIH/sida en México se ha encontrado presente desde el año 1983, cuando se registró el primer caso en el Instituto Nacional de Nutrición (actualmente Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán). El gobierno mexicano no reconoció oficialmente la presencia del virus en el país hasta 1985. Desde esa fecha a la actualidad, el VIH/sida ha constituido un asunto de salud pública en cuya respuesta se involucran tanto las instancias gubernamentales, la iniciativa privada y las organizaciones de la sociedad civil.
Desde 1983 a 2014 se habían notificado 228 200 casos de VIH/sida, de los cuales 174 564 personas habían sido declaradas con sida y el resto permanecían como seropositivos. En ese mismo período, 95 547 personas habían perdido la vida como consecuencia de este padecimiento. En la ciudad de México [CDMX] y el estado de México concentran el 25 % de los casos notificados de sida; mientras que el grupo de edad más afectado en la población es el que se encuentra entre los 20 y los 40 años. En 2014, las entidades que registraron una mayor incidencia en nuevos casos notificados de sida fueron Campeche (16.7), Guerrero (9.9), Quintana Roo (8.6), Chiapas y Yucatán (8.4).
México fue uno de los primeros países al prohibir en 1986 el comercio de la sangre a raíz del descubrimiento de los medios de transmisión del VIH. Precisamente esta actividad es señalada como uno de los hechos que contribuyó a la rápida difusión del virus en el país. En la medida que se descubrieron terapias antirretrovirales, los grupos de portadores organizados presionaron al gobierno para que facilitara el acceso a estos medicamentos. Como consecuencia, los medicamentos antirretrovirales se distribuyen de manera gratuita a través de las instituciones que componen el Sistema Nacional de Salud.
La entidad encargada de diseñar y operar las políticas sanitarias de gobierno sobre la epidemia en México es el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida). Cada entidad federativa posee una entidad homóloga que atiende las cuestiones relativas a la epidemia en el territorio de su competencia. En 2008, la Ciudad de México fue sede de la Conferencia Mundial sobre el Sida.
Fuente: Redacción / La Tercera